Universidad Cristiana Internacional EL SHADDAI
Winston Salem, NC
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El Señor Jesucristo es el eterno Hijo de Dios. Las Escrituras declaran:
1. Su nacimiento virginal (Mateo 1:23; Lucas 1:31-35).
2. Su vida inmaculada (Hebreos 7:26; 1 Pedro 2:22).
3. Sus milagros (Hechos 2:22; 10:38).
4. Su obra sustitutiva en la cruz (1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21)
5. Su resurrección corporal de entre los muertos (Mateo 28:6; Lucas 24:39; 1 Corintios 15:4).
6. Su exaltación a la diestra de Dios (Hechos 1:9-11; 2:33; Filipenses 2:9-11; Hebreos 1:3).
1. El Bautismo en Agua.
La ordenanza del bautismo por inmersión es un mandato de las Escrituras. Han de ser bautizados todos los que se arrepienten y creen en Cristo como Señor y Salvador. Así, ellos declaran al mundo que han muerto con Cristo y que ya se han levantado con El para andar en nueva vida (Mateo 28:19; Marcos 16:16; Hechos 10:47-48; Romanos 6:4). El bautizo es la señal externa que corresponde a la circuncisión (señal de pacto). Al igual que en A.T. los bebés y los adultos están incluidos en el pacto de Dios, 1 y a los bebes, no menos que los adultos, se les promete también la liberación del pecado a través de la sangre de Cristo y el Espíritu Santo que produce fe.2 Por lo tanto, por el bautismo, la señal del pacto, ellos también deberían incorporarse a la iglesia cristiana y distinguirse de los hijos de los no creyentes.3 Esto se hizo en el Antiguo Testamento por la circuncisión,4 que fue reemplazado en el Nuevo Testamento por el bautismo. 5 (1 Génesis 17: 7; Mate. 19:14; 2 Isa. 44: 1-3; Hechos 2: 38-39; 16:31; 3 Hechos 10:47; 1 Cor. 7:14; 4 Génesis 17: 9-14; 5 Col. 2: 11-13).
2. La Santa Cena.
La Cena del Señor, que consiste en los elementos del pan y el fruto de la vid, es el símbolo de que participamos de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:4); un acto conmemorativo de sus sufrimientos y muerte (1 Corintios 11:26); y una profecía de la segunda venida de Cristo (1 Corintios 11:26); y es mandato a todos los creyentes “¡Hasta que El venga!” Cuando participamos del Cuerpo de Cristo y de la Sangre del Cordero renovamos nuestro compromiso de fidelidad, servicio y obediencia al Señor Jesucristo quien dio su Vida por nosotros para darnos salvacion y vida eternal.